Quien piensa que Juvenal Díaz fue derrotado, desconoce lo que es enfrentar la guerra.

La tasa de seguridad no cayó por denuncias ni presiones políticas, cayó porque el gobernador decidió, con criterio propio, que no era el momento para seguir cargando a los ciudadanos.

hace 8 días   •   2 min de lectura

Por Óscar Jahir
Gobernador de Santander. General Juvenal Díaz Mateus

¿Qué pasó con la Tasa de Seguridad en Santander?

El Gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, tomó una decisión frente a la tasa de seguridad aprobada por la Asamblea Departamental, y una vez más, aquellos a los que les gusta gritar, engañar, confundir, pero pocas veces contar la verdad, ya salieron a cobrar las palabras del General como un triunfo de ellos por su "incansable labor" en la defensa de los derechos de los ciudadanos.

Lo contradictorio de esto, es que esa narrativa la lidera el diputado del Partido Verde, Danovis Lozano, quien se ha convertido en la máxima representación de la inutilidad política y en la cara más visible del circo ideológico que lo rodea.

Desde su llegada a la Asamblea ha logrado la aprobación de dos proyectos de ordenanza de los siete que ha presentado, y sigue permaneciendo en deuda con entender que para trabajar por la región se necesitan consensos y plantear propuestas con respeto. Lo que más puede mostrar hoy a sus votantes y a los ciudadanos en general, son sus apariciones en Facebook y TikTok vociferando que el mundo gira gracias a él, cuando en realidad el mundo sigue su curso sin reparar en su presencia.

La tasa de seguridad no se cayó gracias a sus denuncias ni a los reclamos de sus amigos de lucha. La verdad es que no existe un pronunciamiento final por parte de ninguna autoridad judicial y por lo tanto no hay nada que agradecerles.

La decisión es totalmente administrativa, producto de la decisión del Gobernador junto con su equipo de gobierno. De hecho, la tasa de seguridad sigue vigente en Antioquia, a pesar de cuatro demandas en curso: una por procedimiento, otra por presunta ilegalidad, otra por inconstitucionalidad y otra por inconveniencia. Ninguna de estas razones es comparable con el fallo del Consejo de Estado que anuló en el Valle del Cauca una ordenanza de 2016, la cual fue actualizada en 2022 dejando en firme el cobro que hoy también está vigente. Estos debates son de carácter jurídico y administrativo, por lo cual se ganan en derecho, no en instagram.

Están muy equivocados aquellos que creen que la decisión de Juvenal Díaz se da porque se sintió derrotado ante la demora de una ordenanza. Pareciera que olvidan que el Gobernador tuvo que enfrentarse en su vida militar a la muerte de sus soldados en batalla, sin espacio para quebrarse. 

Si creen que un hombre formado en la guerra, se va a desestabilizar porque le sacan dos videitos en redes sociales, es porque no han sido capaces de analizar al hombre contra el cual se están enfrentado.

El Gobernador ha sido claro respecto a la tasa de seguridad, y sabe que defenderla es muy fácil, pero algo en su fuero interno le indicó desistir en un momento donde la carga tributaria nacional asfixia a los colombianos. Los gremios de Santander lo respaldaron, reconociendo la necesidad del tributo, pero no en un contexto donde la carga tributaria nacional tiene al país al borde de la decepción y de la locura.

Esa es la verdad. No fue la presión simplona de cinco personajes que jamás prestaron servicio militar ni han pisado un cuartel, razón por la cual no entienden que a un militar no se le vence tan fácilmente. No fueron ellos los que inclinaron la balanza, sino la visión política de alguien que está vislumbrando el país de una forma distinta y que ha logrado entender en el ejercicio de sus funciones, que el bienestar colectivo está por encima de la vanidad del debate.

Mientras sus contradictores sean incapaces de entender que a un general de la República no se le quebranta tan fácilmente, todos sus esfuerzos serán en vano. 

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