¿Para dónde van “Los Aguilar”?

Los Aguilar vuelven a la arena política de la mano del Partido Liberal, en una movida que muestra cómo el poder cambia de manos… pero nunca de familias.

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Por Óscar Jahir
El partido Liberal tendrá en sus listas al Congreso al ex gobernador Richard Aguila Villa
La vida en la política da tantas vueltas que, a veces, un simple giro cambia la historia de un territorio.

Para quienes no lo recuerdan, la llegada de Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo a la Gobernación de Santander en 2003 acabó con la larga hegemonía que ostentaba el Partido Liberal en el Palacio Amarillo.

Muchos dirán que las causas de aquella victoria se esconden entre los expedientes judiciales que cargan a cuestas los integrantes del extinto Convergencia Ciudadana. Sin embargo, la verdad es que esa elección se perdió por un desliz imperdonable de Luis Francisco Bohórquez en plena campaña, lo cual no es asunto de esta columna.

De lo que sí hay que hablar es que el mismo hombre que un día sacó a los liberales de la Gobernación, hoy se prepara para recorrer pueblos y ciudades con ellos, decidido a poner a su hijo Richard en el Senado por ese mismo partido. Y lo hará en una coyuntura donde el poder se disputa como lo disputó alguna vez Tiberio Villareal Ramos: contando votos, sin importar de qué bolsillo salgan.

La unión entre el Coronel y Richard es una amalgama que se fraguó en el año que estuvieron juntos en detención, donde pudieron analizar con tranquilidad su futuro, reorganizar sus equipos y diseñar la campaña electoral más importante de sus vidas.

Una campaña que no contará con Mauricio Aguilar, quien prefirió llevarse su historial de ineptitudes, incumplimientos y traiciones a las toldas del Senador Jaime Durán Barrera, para ocupar allí el espacio de aguatero que dejaron libre “Los Moreno”, quienes decidieron apoyar a Horacio José Serpa prometiéndole 20 mil votos nacidos más de la imaginación que de las urnas, después de haberse llevado en rodachines la Alcaldía de Floridablanca a los establos de sus nuevas fincas en el Magdalena Medio.

La llegada de los verdaderos Aguilar a la contienda política, —y entiéndase por ello al Coronel y a Richard— marca un nuevo capítulo del pragmatismo político en Santander, donde el pudor se hace a un lado para llegar al poder. Algo que también entendió Rodolfo Hernández cuando dijo que “esto” se gana es con votos.

Sus alianzas ya se están tejiendo con fuerza en la Costa, en Bogotá, y esperan un acuerdo en Barrancabermeja que podría cambiar por completo el panorama de las elecciones a la Cámara.

Por ahora, el principal escollo que encuentra esta familia es recomponer sus equipos de campaña después de las traiciones recibidas por parte de quienes ellos mismos hicieron elegir. Pero saben perfectamente que su fortaleza está en las casas de la provincia a donde solo ellos supieron llegar. Por eso sigo insistiendo que los que quieran ganar, deberían tener sus redes sociales muy activas y estar en las calles trabajando.

Esto apenas comienza, y serán los electores los que escojan el futuro de la región al momento de depositar su voto. Aunque, conociendo nuestra historia, lo más probable es que el poder cambie de manos… pero no de apellidos.

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