Hace siete meses, el médico Jaime Calderón Herrera hablaba de la necesidad de hacer un frente amplio por la restauración moral de Bucaramanga. ¿Saben hasta dónde le llegó esa intención? Hasta que se inscribió en la consulta del Pacto Histórico para la Cámara de Representantes en Santander y se le olvidó el interés colectivo, porque, al igual que en sus negocios clínicos, para él siempre han primado sus intereses personales.
Pero tengan por seguro que Calderón no es el problema. El problema son todos los militantes de la izquierda en este departamento, porque ninguno de ellos tiene la estatura moral para configurar un camino ideológico que le haga creer a los santandereanos que un cambio en la política sí existe.
Y si no me lo creen, hagamos un recuento: el concejal Jorge Flórez, el mismo que se para en cualquier escalera de la UIS a hablar de la dignidad de los pobres en Colombia mientras a su papá le entregan el manejo de las cafeterías de la universidad, se olvidó de la ciudad y comenzó a atacar al gobernador Juvenal Díaz cuando decidió lanzarse a esa misma consulta y poder así ganar algo de protagonismo en la región, el cual jamás ha tenido.
La senadora Sandra Jaimes, quien lo único que tiene para mostrar son sus fotos aplaudiendo al lado de Petro y sus videos corriendo detrás de él para poder quedar en esas mismas fotos, no ha logrado ni un solo derecho en favor de los profesores sindicalizados, siendo ella quien los representa.
La senadora Gloria Flórez terminó haciendo uno de los más grandes ridículos de la izquierda en la ciudad cuando vino a lanzar su candidatura presidencial y terminó yéndose del Pacto sin explicación alguna, para caer —según algunos políticos— en brazos de Jaime Durán y la organización electoral de Fredy Anaya, aportando lo poco o nada que logró obtener al interior de la CDMB y la EMPAS, con el fin de ayudar a los liberales en sus intenciones de obtener nuevamente una curul al Senado. ¿En eso terminaron?
Y siguiendo con el cuento tenemos al saltimbanqui de Fabián Díaz, el senador que se hizo inmolar por Gustavo Petro y los pobres de Colombia, y que ahora pretende desmarcarse de la izquierda para venir en elecciones, dueño de sus múltiples casas y apartamentos, a disfrazarse con una camisa sucia y pedir que voten por él, por una persona humilde.
¿Han visto a alguno de estos personajes organizando elecciones a la Alcaldía de Bucaramanga? Por supuesto que no, porque no lograrían los votos ni para un edil. Los petristas no tendrán ninguna incidencia en las atípicas, porque están concentrados en las ambiciones de estar en una lista cerrada al Congreso, siendo conscientes de su propia incapacidad para conseguir votos.
Bucaramanga elegirá alcalde demostrándole al país que aquí no hay espacio para los discursos trasnochados ni para los solapados auspiciadores de los candidatos de la guerrilla.