
La campaña a la Cámara del Coronel Guillermo Blanco
El coronel Blanco no pidió permiso para creer en la gente. Por eso les incomoda: porque no lo pueden controlar, ni comprar, ni callar. Y esta vez, la gente ya no se traga el cuento de siempre.
El coronel Blanco no pidió permiso para creer en la gente. Por eso les incomoda: porque no lo pueden controlar, ni comprar, ni callar. Y esta vez, la gente ya no se traga el cuento de siempre.
Le llaman “Totoya”, sí. Pero ese nombre, lejos de ser burla, se ha convertido en símbolo de liderazgo cercano, sin poses ni cálculo.
Donde no llega el internet, ahí está esa señal modesta, persistente, terca como somos los santandereanos. La del Canal TRO.
Tengan en cuenta que por cada $1.000 pesos del presupuesto de Santander, ni siquiera se está destinando un solo peso para los vuelos en helicóptero del Gobernador.
Floridablanca tiene en Ruitoque uno de los mejores sitios del mundo para volar en parapente, pero si no se toma una decisión urgente, no habrán más vuelos que salgan de esa montaña
El departamento de Santander es un bastión de la democracia y su gente defensora siempre de la paz por encima de las intenciones de los criminales que apoyados por el gobierno pretenden tomarse al país.